El nuevo Real Madrid

De la mano de Fabio Capello el Madrid ha recuperado el orden. Hemos visto a Ronaldo o Cassano recuperar la forma y aproximarse a su peso ideal. Al mísmisimo David Beckham viendo partido tras partido a sus compañeros jugar desde el banquillo. La increíble recuperación del Mariscal Iván Helguera.
Una filosofía totalmente distinta a la que trajo Luxemburgo: Con Wanderley vimos a los brasileños haciendo la "cucaracha", a un Ronaldo obeso siendo titular, al Madrid dividido entre brasileños y el resto...
Aplaudamos a Capello, el ha traído los valores madridistas de siempre: humildad, disciplina, coraje, lucha, sacrificio. Desde la pretemporada vimos a los jugadores sufrir subiendo montañas, haciendo maratones, machacándose en cada sprint.
Antes del parón navideño Capello ha dado una sola orden: "vigilad el peso". Más le vale a los jugadores del Madrid cumplirlo, porque el que no lo haga no jugará.

El aficionado pide (impaciente) buen fútbol. Ya no bastan los resultados (bastante mejores que el año pasado). No nos ha bastado el 2-0 al Barça, pasar de grupos en Champions, estar más arriba en la liga que el año pasado... Es normal, por algo el Madrid es el mejor club de la historia. La gente está acostumbrada a los títulos.

Ahora vienen tres jovenes sudaméricanos, dispuestos a comerse el mundo. El doble de Redondo (Gago), el doble de Robinho (Marcelo) pero que juega en el puesto de Roberto Carlos y el nuevo crack argentino (Higuaín).

Ojalá llegue Gago a ser lo que fue Redondo. Es casi imposible, dos copas de Europa, varias ligas, mejor jugador de la Champions en la temporada 1999/2000...
Ojalá Higuaín llegue a ser un Hugo Sánchez o un Iván Zamorano. Y no digamos Marcelo, si fuera parecido a Roberto Carlos, tendríamos Madrid para rato.
Pero aquí lo importante no son estos nombres, sino el equipo. Capello lo sabe bien. Sabe que no hay mejor motivación para el grupo que la competencia desde dentro. El que no está en forma no juega (Ronaldo), el que le contradice no juega (Cassano), y el que se duerma será vendido, porque los repuestos ya están aquí.

Gracias Fabio, por recuperar el sentido común en el madridismo.